ALTA EN EL CIELO - 

El Vaca –alias "Julio Vacaflor"– tiene 52 años y va para 51. Casado con cuatro hijos – mejor dicho, está casado con una mujer con quien tuvo cuatro hijos– confiesa que el matrimonio lo hizo muy feliz. Su mujer nos aclara que le encantaría decir lo mismo.

Tuvo en Rosario una infancia plagada de felicidad, una celebrada adolescencia y una eterna juventud. Sólo espera mantener ese estado cuando madure y llegue finalmente a la adultez.

Hizo la primaria de manera "vertiginosa", en apenas siete años…, trabajó de soldador a partir de los 13. Cursó estudios de Filosofía y Letras. Sócrates dijo: "sólo sé que no sé nada" por sabiduría y humildad. El Vaca lo confiesa sólo porque es verdad.

El 3 de junio de 1999, les copió a 35 millones de argentinos la idea de volver a empezar con el pasado a cuestas y de soñarse como protagonista de un futuro. Para lograrlo, supo que habría que coser los retazos del presente. Todos distintos y todos iguales. Nació así Alta en el cielo, la bandera más grande y unida. Una excusa para regresar. Una herramienta para creer en el otro cooperativamente. Un símbolo para igualar a ricos y pobres. Un desafío definitivo y malintencionado: nadie podría hacerla solo y, mucho menos, desplegarla en soledad. Nada grande se hace sin el otro: ni una gran bandera ni una gran Nación.